El pastel de rompope y fruta con cuatro velitas encima apareció frente a mí sobre la enorme mesa del comedor, mientras todos empezaban a felicitarme sonriendo y a cantar “Las mañanitas.” De inmediato sentí una abrumadora e incontenible emoción atragantada en la garganta, la que mezclada con mi timidez de cuatro años me hizo salir corriendo lloroso a esconderme en mi rincón del cuartito donde mi mamá tenía su máquina de coser.

“Estas son las mañanitas que cantaba el Rey David, hoy por ser día de tu santo, te las cantamos a ti,” reza el primer verso de esta popular canción mexicana que se le canta para celebrar a quien cumple años. En otros pocos países de habla hispana la conocen también, pero no la usan para celebrar cada cumpleaños. La canción, sin embargo, se refiere al día del santo del festejado, no a su cumpleaños.

Empero, esto es intrascendente a la hora de festejar, pues la intención es lo que cuenta. Así, Las mañanitas equivalen al “Happy Birthday” en inglés, el que los hispanohablantes de diversos países entonan gustosos con la misma melodía, pero cantándola en español como “Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti…” u otra versión parecida.

Pero hay una segunda parte de Las mañanitas en donde un verso dice que “…el día en que tú naciste, nacieron todas las flores…,” implicando el día del cumpleaños; aunque se dice que en realidad es otra canción diferente añadida a la primera. Sobre el origen de la canción, o de ambas canciones, no hay mucho que rastrear en google, y sí mucha confusión y versiones diversas; aunque quizá no busqué lo suficiente.

Lo bueno de esta tradición, confusa para quienes la desconocen, es que cada año una persona puede tener dos celebraciones, una el día de su santo y otra para su cumpleaños, con pastel, regalos y “mañanitas” de por medio. El “día de tu santo” suena extraño en este país, pues se trata de una antigua tradición católica, donde cada niño al ser bautizado recibe uno o varios de los nombres consignados en el santoral católico que cubre todos los días del año. Son miles los nombres de santos y situaciones de la doctrina cristiana y la historia bíblica con sus dos testamentos, repartidos en todo el año. Así, los nombres van desde Adán, Eva, Moisés, Pedro, Miguel, Jesús o Magdalena, hasta Soledad o Dolores, pasando por Ángel, Sacramento, Lourdes o Pilar, estos dos últimos por lugares donde se apareció milagrosamente la Virgen María.

Hace tiempo, cuando las tradiciones religiosas del catolicismo regían mucho más que ahora la vida de la gente, un cura podía imponer uno o varios nombres al niño bautizado, usando el santoral del día de su nacimiento o de bautizo, o ambos.  Esto hacía que hubiera personas con el mismo día para su santo y su cumpleaños. Ahora, son pocas.

Además, siendo José y María los padres de Jesús, el Mesías, el Dios hecho hombre, con frecuencia eran y son el nombre inicial de muchísimos católicos, seguido por uno o más nombres, incluido el que usan regularmente. Con menor control de los curas y una tradición religiosa más laxa, ahora eso no ocurre tanto y hay cada vez más nombres distintos a los del santoral. 

Muchos inmigrantes provienen de pequeños pueblos pobres y tradicionales, donde todavía el cura influye y usan más “José” o “María” como el primero de sus nombres. Por eso aquí llaman José a quien se llama José Antonio o María a una María Cristina, aunque en su casa sean Antonio o Cristina, y abundan los Josés arreglando jardines y las Marías limpiando casas. Conozco a muchos de ellos, pero invariablemente se identifican con otro nombre; o familias donde el nombre inicial de los hijos es José y el de las hijas María; pero todos tienen otros nombres que los distinguen de los demás.

Mucho tiempo después de aquella reacción mía al cumplir cuatro años, le pregunté a mi mamá por qué a ella sólo le celebraban su santo cada 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, y no su cumpleaños. Entonces me contó que cuando era niña, casi toda la gente celebraba sólo el día de su santo, pero poco a poco empezaron a celebrar los cumpleaños, siguiendo la costumbre de Estados Unidos. 

Por eso, según esta versión de mi mamá, Las mañanitas originalmente eran para celebrar el día del santo de la gente, y luego en un verso de la segunda parte (presuntamente otra canción) ya se insinúa el cumpleaños que ahora se festeja más. Pero aquí hay otro punto interesante, pues en México y otros países no se celebra, como en Estados Unidos, el día en que se nace, sino la fecha cuando se cumple un año más de vida, aunque en realidad sea el mismo día.

 

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