El Círculo de Esperanza Latina (o Latino Circle of Hope) es un nuevo comité de lideres latinos que han vivido y trabajado en West Marin durante décadas. Estamos profundamente alarmados por la grave amenaza que la crisis de vivienda para personas de bajos ingresos en West Marin representa para nuestra comunidad. Hasta 75 familias podrían verse obligadas a desalojar West Marin en los próximos 12 meses si no aseguran viviendas permanentes y asequibles para las familias que viven en la costa nacional de Point Reyes (o Point Reyes National Seashore) y en los ranchos Tacherra y Martinelli. Los resultados de las elecciones presidenciales de 2024 y la plataforma antiinmigrante exacerba esta crisis y podría desplazar más miembros de nuestras comunidades.

La comunidad latina de clase trabajadora es una parte integral del tejido de West Marin. Si estas familias se ven obligadas a reubicarse en busca de viviendas económicas, nuestros pueblos perderán la diversidad de cultural que los define, y el impacto en nuestras escuelas y negocios será devastador. Se necesitan décadas para construir una comunidad. Si perdemos a nuestros miembros latinos, los cambios en nuestra comunidad serán irreparables e irreversibles.

Sabemos que se trata de un reto monumental y que las soluciones son complejas. Sin embargo, alentamos seriamente a quienes participan en la toma de decisiones a que se guíen por los siguientes principios.

Dotar de recursos a los más afectados y a los más necesitados.

1. El Servicio de Parques Nacionales (National Park Service) debe continuar proporcionando vivienda a las familias que viven en los ranchos hasta que puedan encontrar una vivienda permanente. Cualquier condición de vivienda que no cumpla con los estándares de salud y seguridad debe ser abordada.
2. Las personas que viven en los ranchos del parque que pueden perder sus empleos y vivienda deben recibir un mínimo de $40.000 y/o hasta un año de renta y los costos de mudanza por familia para cubrir los costos de reubicación y la asistencia de alquiler.
3. Los empleadores deben proporcionar una indemnización por despido a cada trabajador que pierda su empleo para cubrir no menos de seis meses de salario.

Proporcionar servicios de salud mental y otros servicios a las familias y los niños afectados.

1. Las organizaciones sin fines de lucro que trabajan con familias afectadas deben aumentar la alimentación de emergencia y la gestión de casos.
2. Se deben proporcionar servicios de salud conductual informados sobre el trauma a los niños en las escuelas para que puedan abordar el miedo y la angustia de enfrentar la incertidumbre de no tener una vivienda segura.
3. Los niños que están a punto de perder a sus amigos también necesitan ser cuidados y recibir apoyo informado sobre el trauma.

Desarrollar opciones temporales de viviendas locales inmediatamente.

1. Las organizaciones de derechos de vivienda y desarrollo de vivienda deben asegurar o liberar al menos 20 unidades de emergencia para que las familias las usen durante al menos tres a seis meses mientras obtienen una vivienda permanente.
2. Se deben considerar opciones para priorizar viviendas permanentes de bajos ingresos para las familias trabajadoras latinas que enfrentan el desalojo de West Marin y cuyos ingresos caen significativamente por debajo de la línea de pobreza.
3. Los propietarios de viviendas en West Marin deben participar en la exploración y construcción de opciones de viviendas económicas.

Involucre a los más afectados en las conversaciones y decisiones que se toman.

Actualmente no hay representación de trabajadores o líderes latinos en las discusiones entre el Servicio de Parques Nacionales (o National Park Service), los grupos ambientalistas, los ganaderos y la Conservación de la Naturaleza (o Nature Conservancy) en las conversaciones de acuerdo que amenazan con terminar con la ganadería en el parque. Es crucial que se incluyan las voces latinas para centrar las necesidades de las familias más afectadas por este cambio.

El comité Círculo de Esperanza Latina incluye Ámate Pérez, Carlos y Rebecca Porrata, Elvira Xaxni, Maria Niggle, Socorro Romo, Jorge Martinez y Jasmine Bravo entre otros.

The Círculo de Esperanza Latina/Latino Circle of Hope is a new committee of Latino leaders who have lived and worked in West Marin for decades. We are deeply alarmed by the severe threat that the low-income housing crisis poses to our community. Without securing permanent and affordable housing for families living in the Point Reyes National Seashore and on the Tacherra and Martinelli ranches, up to 75 families could be forced to leave West Marin within the next 12 months. This crisis is further exacerbated by the outcome of the 2024 presidential election and its anti-immigrant platform, which could displace even more members of our communities.

The Latino working-class community is integral to the fabric of West Marin. If these families are forced to relocate in search of affordable housing, our towns will lose the cultural diversity that defines them, and the impact on our schools and businesses will be devastating. Building a community takes decades. If we lose our Latino members, the changes to our community will be irreparable and irreversible.

We know this is a monumental challenge, and that solutions are complex. However, we strongly encourage those involved in decision making to be guided by the following principles.

Provide resources to the most impacted and those with the greatest need.

1. The Point Reyes National Seashore must continue to provide housing for the families living on the ranches until they can find permanent housing. Any housing conditions that do not meet health and safety standards need to be addressed.

2. People living in the park who stand to lose jobs and housing must be granted at least two years of fair-market rent to use toward new housing. A two-bedroom apartment in Marin costs an average of $3,360 a month for a total of $40,320 a year.

3. Employers need to provide six-month severance pay to each worker who has worked in the park for at least a year, plus an extra month for each five years of work.

Provide mental health and other services to impacted families and children.

1. Nonprofits working with families who are impacted must increase emergency food and case management.

2. Trauma-informed behavioral health services should be provided to children in the schools so they can address the fear and distress of facing the uncertainty of not having secure housing.

3. The children who stand to lose their friends also need to be cared for and receive trauma-informed support.

Develop immediate temporary local housing options.

1. Housing-rights and housing-development organizations must secure or free up at least 20 emergency units for families to use for at least three to six months as they secure permanent housing.

2. Options to prioritize permanent low-income housing for the Latino working families who face eviction from West Marin and whose earnings fall significantly below the poverty line should be considered.

3. Homeowners in West Marin should engage in exploring and building affordable housing options.

Involve those most impacted in the conversations and decisions.

There is currently no representation of Latino workers or Latino leaders in the discussions between National Park Service, the environmental groups, the ranchers and the Nature Conservancy in the settlement talks threatening to end ranching in the park. It is crucial that Latino voices are included to center the needs of the families most impacted by this change.

To add your name in support of these recommendations, please visit circulodeesperanzalatina.org.

The Latino Circle of Hope includes Ámate Pérez, Carlos and Rebecca Porrata, Elvira Xaxni, Maria Niggle, Socorro Romo, Jorge Martinez and Jasmine Bravo, among others.