El aire fresco llevaba la risa de los niños mientras las familias subían las escaleras hasta el Ayuntamiento de Tomales (o Tomales Town Hall) el martes pasado por la tarde. Los estudiantes y sus padres habían venido a discutir el potencial de un nuevo programa de centro juvenil y explorar cómo las escuelas del pueblo pueden servir mejor como centros comunitarios.

La reunión, dirigida por el Distrito Escolar Unificado de Shoreline (o Shoreline Unified School District), la oficina del Supervisor Dennis Rodoni y los Servicios Comunitarios de West Marin (o West Marin Community Services), tenía como objetivo que las familias de Tomales dieran su opinión.

«No tenemos la infraestructura que tiene Point Reyes. Esta cuadra es el pueblo», dijo Adam Jennings, superintendente del Distrito Escolar Unificado de Shoreline. «Las escuelas son el centro de la comunidad».

Una audiencia de dos docenas ofreció ideas para actividades extracurriculares mientras comían tamales de cerdo y verduras, pero una sugerencia se convirtió en un tema de conversación prominente: cursos de manejo.

«Todo está lejos. Hay que manejar por todos lados», dijo Obdolia Hernández, una madre que vive en Tomales. «Necesitamos clases de manejo porque son carísimas. Cuesta 300 dólares hasta casi 1.000 dólares». La Sra. Hernandez enfatizó que los padres no siempre pueden alejarse del trabajo para llevar a sus hijos a las prácticas deportivas y clases de enriquecimiento, y el autobús escolar no opera después de las 5:30 p.m.

El tránsito de Marin (o Marin Transit) no tiene rutas dirigidas al norte a Tomales, y los cursos de manejo privados tienen un costo prohibitivo. Eso deja a algunos jóvenes sin instrucción formal antes de ponerse al volante. Abrumadoramente, los padres se resonaban al sugerir que la escuela secundaria ofreciera cursos de manejo gratuitos o a bajo costo.

Las familias también sugirieron organizar comidas compartidas y rodeos para mejorar las conexiones entre los estudiantes y los padres. Las sugerencias de enriquecimiento estudiantil incluyeron lecciones de música, arte, cerámica, un jardín comunitario, orientación profesional, preparación para la universidad, capacitación empresarial, más entrenamiento deportivo, temporadas deportivas más largas y seminarios de educación financiera.

La reunión informará a la Colaboración de Planificación del Centro Juvenil de Tomales (o Tomales Youth Center Planning Collaborative), cuya misión es establecer un programa sostenible en un sitio permanente. La colaboración suponga que los jóvenes de West Marin se enfrentan a un mayor aislamiento y menos acceso a apoyo y servicios que sus compañeros en otros lugares, en parte debido a la falta de infraestructura pública, incluido el transporte.

La iniciativa sigue a un programa piloto lanzado recientemente en la escuela secundaria de Tomales. Este otoño, los estudiantes de secundaria y preparatoria se reúnen en el gimnasio los miércoles de salida temprana para practicar deportes y participar en actividades extracurriculares y de preparación para la universidad. Recientemente, el programa organizó una lección sobre cómo hacer panqueques de calabaza. Aunque tuvo un comienzo lento, el programa está creciendo a través del boca a boca.

La colaboración de planificación publicará una encuesta en las próximas semanas y van a tener una reunión virtual en enero.

Para obtener más información y participar, comuníquese con Servicios Comunitarios de West Marin al [email protected] o al (415) 663.8418.

Tomales families discuss afterschool programming and ask for driver’s ed

The sound of children’s laughter cut through the crisp air as families gathered in the Tomales Town Hall last Tuesday evening to discuss new youth programming and explore how the town’s schools can better serve as community hubs. The meeting, led by the Shoreline Unified School District, Supervisor Dennis Rodoni’s office and West Marin Community Services, was intended for families in Tomales to provide input. “We don’t have infrastructure the way that Point Reyes does. This block is the town,” said Adam Jennings, superintendent of Shoreline Unified. “The schools are the hub for the community.” Over warm pork and veggie tamales, an audience of two dozen offered ideas for afterschool activities, but one suggestion became a prominent talking point: driving courses. “Everything is far. You have to drive everywhere,” Obdolia Hernandez, a mother who lives in Tomales, said. “We need driving classes because they are too expensive. It costs $300 to almost $1,000.” Ms. Hernandez stressed that parents cannot always step away from work to drive their children to sports practices and enrichment classes, and the school bus does not operate past 5:30 p.m. Marin Transit has no routes directed north to Tomales, and private drivers’ education courses are cost prohibitive. That leaves some young people without formal instruction before they get behind the wheel. Resoundingly, parents echoed one another in suggesting that the high school offer drivers’ ed courses for free or at low cost. Families also suggested holding potlucks and rodeos to foster stronger connections among students and parents. Student enrichment suggestions included music lessons, art, ceramics, a community garden, career counseling, college readiness, entrepreneurship training, more sports training, longer sports seasons and financial literacy workshops. The meeting will inform the Tomales Youth Center Planning Collaborative, whose mission is to establish a sustainable program at a permanent site. According to the collaborative, West Marin youth face greater isolation and less access to support and services than their peers elsewhere, partly because of a lack of public infrastructure, including transportation. The initiative follows a pilot program recently launched at Tomales High School. This fall, middle-school and high-school students are gathering in the gym on early-release Wednesdays to play sports and participate in extracurricular and college-preparation activities. Recently, the program hosted a lesson in making pumpkin pancakes. Although it had a slow start, the program is growing through word-of-mouth. The planning collaborative will release a survey in coming weeks and hold a virtual meeting in January. To learn more and get involved, contact West Marin Community Services at [email protected] or (415) 663.8418.