El nuevo director de la Escuela Secundaria Tomales, Francisco Manriquez, trae 14 años de experiencia a West Marin y una comprensión matizada de las necesidades del estudiantado. Una vez un estudiante indocumentado en el sistema escolar de los Estados Unidos, él entiende los desafíos que los estudiantes y sus familias enfrentan cuando navegan la educación en este país. Sus antecedentes como luchador colegial también ayudan.

«En la lucha libre, te metes en situaciones y peleas, yendo con el movimiento, cuando lo necesitas, como el agua», dijo. «La educación se parece mucho a eso».

Creciendo en Redwood Valley, un pequeño pueblo en el condado de Mendocino lleno de gente trabajadora, el Sr. Manriquez estudió y compitió en la escuela secundaria de Ukiah mientras sus padres trabajaban en la fábrica de galletas de Mrs. Denson ya desaparecida. Obtuvo una beca deportiva para U.C. Davis, y pronto se encontró luchando para los Aggies.

Después de obtener una licenciatura, obtuvo una maestría en la Universidad Estatal de Sonoma y lanzó una carrera en educación. Ya sea en el tatami o en el salón de clases, el Sr. Manriquez atribuye su éxito a su mentalidad de ganar sin importar qué, superando cualquier obstáculo que se le presente. Enfatiza la importancia de visualizar las metas y hacerlas realidad. La vida siempre encontrará la manera de poner un obstáculo en el camino cuando menos se espera, pero navegar y mantenerse enfocado es clave, dice.

En 1984, cuando tenía unos 4 años, él y su familia llegaron a los Estados Unidos desde Celaya, Guanajuato. Su padrastro había trabajado como maestro en México, pero terminó ganando más dinero vendiendo tacos. En una sola noche en una taquería, podía ganar dos semanas de su salario como maestro. Al final, su familia decidió dirigirse al norte en busca de oportunidades económicas.

Como muchos de los estudiantes de primera generación, el Sr. Manriquez decidió continuar con sus estudios para honrar los sacrificios que sus padres habían hecho. Soportó las dificultades provocadas por su estatus de indocumentado en los EE. UU., todo mientras aprendía a navegar el sistema escolar, el racismo, el idioma, la cultura y la identidad. 

Esta es una experiencia vivida que comparte con muchos de sus estudiantes y sus familias. «Compartimos eso, y podemos unirnos por esas razones. Y luego puedo construir una mejor relación con los niños y las familias porque lo entendemos. Entendemos», dijo Sr. Manriquez. 

Puede ser difícil para los padres involucrarse en la educación de sus hijos, y aún más para los que no hablan inglés. Pero las experiencias y el idioma compartidos ayudan a derribar las barreras de acceso, lo que permite que las familias participen.

Antes de llegar a Tomales, el Sr. Manriquez fue el primer director latino que habla español y creció indocumentado en la Escuela Secundaria Healdsburg. Allí, dirigió un estudiantado que era dos tercios latinos.

En la Escuela Secundaria Tomales, hasta el 70 por ciento de los aproximadamente 130 estudiantes se identifican como latinos. Caminando por los pasillos, a menudo se escucha a los estudiantes comunicando entre ellos en español. De hecho, los estudiantes retienen el idioma más aquí que en las escuelas vecinas, «lo cual es hermoso», dijo Sr. Manriquez.

El setenta por ciento de los estudiantes de la Escuela Secundaria Tomales están en desventaja socioeconómica, según el informe California School Dashboard 2023. Una cuarta parte del estudiantado se considera aprendiz de inglés, lo que significa que están aprendiendo activamente a comunicarse de manera efectiva en inglés mientras se mantienen al día con sus trabajos de clase. Los puntajes de las pruebas de Artes del Lenguaje Inglés y Matemáticas caen en la categoría anaranjada, o “baja”, lo que significa que están por debajo del estándar estatal.

Como director, el objetivo del Sr. Manriquez es establecer una estabilidad a largo plazo y mejorar los puntajes y el rendimiento de los estudiantes en los exámenes, al mismo tiempo que involucra a las familias en la escuela.

«Estoy emocionado porque puedo ayudar a la gente», dijo Sr. Manriquez. «Estoy emocionado por cualquiera que venga a la Escuela Secundaria Tomales porque vamos a apoyarlos y asegurarnos de que reciban una buena educación».

La tutoría después de la escuela está disponible en la biblioteca con bocadillos todos los martes y jueves de 3:10 a 5 p.m. Durante esos horarios, la bibliotecaria Abby Spaletta y la tutora de Bridge the Gap Adriana Quintana apoyan a los estudiantes en ciencias, matemáticas, historia, inglés y español.

Puede llamar, enviar un correo electrónico o visitar a Francisco Manriquez, quien tiene una póliza de puertas abiertas para atender las necesidades de las familias. Puede ser contactado al (707) 878-2286 ext. 206, por correo electrónico francisco.manriquez-shorelineunified.org, o en su oficina en la Escuela Secundaria Tomales.