Para los residentes del parque de vehículos recreativos nombrado Bo-Linda Vista, el camino hacia la vivienda permanente ha estado lleno de obstáculos, pero aún puede terminar en éxito. En el verano de 2022, el condado etiquetó en rojo las viviendas de los trabajadores agrícolas en el rancho Tacherra debido a violaciones de salud y seguridad. Los propietarios cobraban renta a los trabajadores agrícolas que vivían en estructuras ruinosas y casas móviles en malas condiciones, algo que es ilegal. Poco después, un grupo de 60 inquilinos actuales y anteriores presentaron una demanda exigiendo una compensación.

El receptor encargado del rancho está en el proceso de vender la tierra al Fideicomiso de Tierras Comunitarias de Bolinas (o Bolinas Community Land Trust), que obtuvo un permiso de emergencia del condado para crear el parque temporal de vehículos recreativos (o R.V.) al lado. Casi todos los residentes del parque son latinos, y algunos vivieron en el rancho Tacherra durante más de 20 años. Sus hijos asisten a escuelas locales, y nacieron y crecieron en el rancho. Bolinas es su hogar.

Desde el inicio del parque, el proyecto de Bo-Linda Vista ha recibido un montón de apoyo de la comunidad y agencias y oficiales públicos. Pero, los residentes han sentido que tienen que luchar continuamente para proteger a su comunidad de los vecinos disidentes que no quieren ver esta solución de vivienda temporal prosperar.

Los opositores al parque de vehículos recreativos han demandado al condado, citando impactos ambientales y reglas de zonificación. El condado y la Comisión Costera de California (o California Coastal Commission) han argumentado que esta tierra fue perturbada previamente por un gallinero y otras construcciones.

Los disidentes también han expresado su preocupación sobre la presión del proyecto en el suministro de agua de la aldea, citando temores de sequías en el futuro. Pero la junta de servicios públicos del pueblo votó unánimemente para aprobar las conexiones de agua para Bo-Linda, afirmando que el uso de agua del parque está significativamente por debajo del promedio estatal.

Los residentes dicen que, a lo largo de todo el proceso, los opositores los han acosado en redes sociales como Nextdoor, afirmando que preferirían ver un campo vacío en vez de viviendas para los trabajadores agrícolas. Ingris Yanet Lopez, quien vive en el parque, tenía este mensaje para la comunidad: «Por favor, no continúen usando su privilegio, su tiempo extra, su dinero y su educación para luchar para negarnos la esperanza de un futuro mejor para nuestros hijos».

Los residentes sienten que viven en un estado perpetuo de escrutinio y vigilancia ciudadana. Cada decisión que tomen debe tener en cuenta como lo van a ver los vecinos, sopesando la posibilidad que lo usaran en contra de ellos. Siguen todas las reglas de sus contratos de arrendamiento estrictamente como que si un error pudiera provocar su desplazamiento.

La escasez de viviendas en West Marin no hace más que aumentar la duda y la ansiedad de los residentes. Se han organizado y han brindado testimonio en audiencias del condado y de la comunidad para demostrar por qué se les debe permitir permanecer en Bolinas. La mayoría de la gente se relajan después de un largo día de trabajo mientras los residentes de Bo-Linda dicen que trabajan incansablemente para proteger sus hogares, esfuerzos que reducen el tiempo para la familia y los momentos de descanso.

A pesar de la turbulencia, los residentes disfrutan la naturaleza y la tranquilidad de la mesa, con los pájaros volando y el ganado pastando. El barrio es tranquilo y el aire está quieto. Dentro de los vehículos recreativos, las familias crecen juntas, los niños estudian con aspiraciones universitarias en mente y hay momentos de alegría compartida.

Bordeado de abetos Douglas y pequeños parches de secuoyas costeras, el tranquilo telón de fondo de la cresta Bolinas da la bienvenida a los visitantes al parque R.V. Los letreros bilingües reflejan los valores y acuerdos realizados por los vecinos de la comunidad.
Getsemani, de seis años, se sienta en la mesa comiendo un gran tazón de sopa de pollo con brócoli y zanahorias mientras su madre, Dolores, y su vecina Azucena se ponen al día con la vida. «Me gusta la sopa que hace mi mama, caldito de pollo. Me gusta la sopa, pero la mala no porque luego me vomito», dijo.
Daniel está rodeado de sus hermanas y vecinos mientras conversan en el parque.
Leyendo un libro firmado y regalado por el autor, Marvin Aron se sienta en la sala mientras su madre hace tortillas hechas a mano. Juega de portero y aspira a ir a la universidad algún día.
Dolores se mueve al cuarto para cambiar a Uriel, que se muestra tranquilo y curioso durante todo el proceso. Tiene 9 meses.
José regresa de trabajar en un rancho local para cargar a su nuevo miembro a la familia con mucho cuidado, para que no se le escape de los brazos.
Juan llega a la casa después de colgar luces de Navidad en la propiedad de un vecino donde encuentra a Alexa, de 6 años, viendo una serie de videos sobre una familia latina navegando la vida en los Estados Unidos. Dijo que le gusta la programa «porque son chistosos y los quiero conocer».
Alexa pasa su día libre jugando con su muñeca y peluches, pausando para dar vueltas en la sala al ritmo de su pop latino favorito. «La quiero peinar para que se ve bien porque quiero regalar a mis cosas que ya no uso», dijo.
Dolores le ayude a Getsemani para quitarse la ropa de la escuela y alistarse para dormir. Sus pijamas de Spider-Man coinciden con su manera de ser bien inquieto porque a menudo está escalando y saltando entre el R.V. «Spider-Man y Iron Man son mis favoritos. Quiero tener una fiesta de Spider-Man para mi cumpleaños», dijo Getsemani, a pesar de haber celebrado su cumpleaños tres meses pasados. Todo el mundo se vistió con camisas de Spider-Man.
Antes de irse a la cama, Azucena se acurruca en el sofá con Alexa mientras ven una novela sobre una mujer que es inseminada artificialmente por error. «Es lo rutinario día a día. Llegamos a la casa, cenamos, descansamos, y miramos una novela», dijo Azucena.
Todos están dentro de sus casas relajándose después de un largo día de trabajo mientras el sol se pone en el horizonte. Mañana es un nuevo día, y el camino hacia un hogar permanente continúa.