Los padres llegaron en masa a la Escuela Nicasio la semana pasada para llenar un auditorio donde los estudiantes de todos los grados recitaron poemas que habían escrito como parte del programa Poetas en las Escuelas de California. Desde el kindergarten hasta el octavo grado, los estudiantes compartieron sus celebraciones del planeta antes del Día de la Tierra. El tema de la Madre Tierra les permitió explorar la relación entre el medio ambiente y la contaminación provocada por el hombre, cada uno a su manera. Sus poemas destacaban los micro plásticos, la moda rápida, las islas de basura, los desechos electrónicos y mucho más. Este año, seis de los poemas se publicarán en una antología de poesía estudiantil publicada por el Centro de Poesía de Marín. Poetas en las Escuelas de California es uno de los programas más grandes del país que ofrece residencia para escritores. Michele Rivers, quien ha enseñado en Nicasio durante los últimos 23 años a través del programa, fue mentor de los estudiantes y creó una instalación de arte con varios contaminantes que terminan en vertederos y vías fluviales. “¡No más tirar basura!” se leía en un cartel atrás de una mesa cubierta con un candelabro de plata, platos de clavos oxidados, botellas de vidrio rotas, corchos de vino, latas de aluminio rotas y baterías desperdiciadas. La Sra. Rivers dijo que la instalación ayudó a los estudiantes a visualizar lo que de otro modo podría ser un concepto abstracto porque los micro plásticos casi son invisible. Al ver los elementos cotidianos presentados ante ellos, los estudiantes pudieron formar una conexión entre sus propios hábitos y la crisis de contaminación en general, ayudándoles a entender cómo las contribuciones individuales pueden producir un cambio significativo. «El arte, la música y la poesía son las cosas que hacen que la vida sea bella», dijo la Sra. Rivers. A menos que la Fundación de la Escuela Nicasio recaude el dinero para continuar el programa, este puede ser el último año que los estudiantes participan en el Poetas en las Escuelas de California, que durante años fue posible gracias a una subvención de la Fundación Comunitaria de Marín. La organización ha financiado el programa desde mediados de los años 80 y ha otorgado a la Escuela Nicasio aproximadamente $900.000 en subvenciones. Pero para cumplir con los objetivos del nuevo plan estratégico anunciado en 2024, la fundación reestructuró su presupuesto para centrarse en la justicia climática, la vivienda asequible y las personas sin hogar, y el poder comunitario. La financiación del programa de poesía fue descontinuada. Para facilitar la transición, la fundación proporcionó un último año de financiación, que finalizará en junio cuando concluya el año escolar.

 

Nicasio School kids reflect on Mother Earth in poems

Parents flocked to the Nicasio School last week to fill an auditorium where students of all grade levels recited poems they had written as part of the California Poets in the Schools program. From kindergarten all the way through eighth grade, students shared their celebrations of the planet ahead of Earth Day. The theme of Mother Earth allowed them to explore the relationship between the environment and human-driven pollution, each in their own unique way. Their poems highlighted micro plastics, fast fashion, garbage islands, electronic waste and much more. This year, six of the poems will be published in a student poetry anthology published by the Marin Poetry Center. California Poets in the Schools is one of the largest writer’s residency programs in the country. Michele Rivers, who has taught in Nicasio for the last 23 years through the program, mentored the students and created an art installation featuring various pollutants that end up in landfills and waterways. “No more dishing up garbage!” read a sign at a table topped with a silver candelabra, plates of rusty nails, broken glass bottles, wine corks, torn aluminum cans, and wasted batteries. Ms. Rivers said the installation helped students visualize what might otherwise be an abstract concept, given the near-invisible nature of micro plastics. By seeing everyday items laid out before them, the students were able to form a connection between their own habits and the pollution crisis at large, helping them understand how individual contributions can produce meaningful change. “Art, music and poetry are the things that make life beautiful,” Ms. Rivers said. Unless the Nicasio School Foundation raises the money to continue the program, this may be the last year that students participate in the California Poets in the Schools, which for years was made possible by a grant from the Marin Community Foundation. The organization has funded the program since the mid-’80s and has awarded Nicasio School with roughly $900,000 in grants. But to meet the goals of the new strategic plan announced in 2024, the foundation restructured its budget to focus on climate justice, affordable housingand homelessness, and community power. Funding for the poetry program was discontinued. To ease the transition, the foundation provided a final year of funding, which will end in June as the school year concludes.